Coloristas, como evitar la rotura del cabello en nuestras decoloraciones

Gisela es una gran amiga que actualmente reside en Madrid, una chica guapa, radiante, enérgica, madre, trabajadora, amiga, humana y RUBIA por decoloraciones. Esta vez nos reencontramos al venir de vacaciones por Miami, tiene tanta energía y marcha que no logro seguir su ritmo, jajaja, definitivamente pareciera ser que los cabellos rubios tienen otra energía.
De entrada, decidimos hacer algún retoque a su cabello con base natural en tono castaño obscuro, bajo porcentajes de cabellos blancos, pero a nivel global predomina un rubio extra claro dorado cobrizo altamente sensibilizado en largos y puntas, aunque con una mejor calidad que rubios de chicas que viven en Miami quizás debido al calorcito, el mar, la calidad de agua entre Madrid y la ciudad del sol o quizás a aspectos de calidad o la concepción de como realizar el sistema de peluquería en Europa, América latina o Estados Unidos.
Al observar el historial del cabello se observa la utilización anterior de tintes super aclarantes alternados con sistemas de mechas realizadas con productos decolorantes. Una de las primeras problemáticas observadas y afirmadas por Gisela es causada por el pigmento residual cobre naranja ocasionados por el uso de tintes super aclarantes, el cual expone los tonos cobrizos que aunque sean neutralizados en la primer aplicación, a los pocos días este color no deseado y discriminado muy pronto se revelara.
Al preguntarle sobre el tono deseado ella dice preferir las mechas rubias platinas o cenizas, según ella porque solo así puede evitar que luego el cabello se vuelva naranja, además dice haber considerado ser menos rubia, pero según ella su piel no le va a favorecer. Acá esta otras de las problemáticas que ocurren y es considerar que las pieles deben aclararse, lo que posiblemente sugiera como las chicas de pieles morenas se vuelven rubias por ser otras pieles y con ello auto discriminar sus propios cuerpos, lo que ningún ser humano debería de realizarse un cambio de color por dejar de ser, en cambio debe ser una decisión personal y no que dependa de fuerzas externas, ose que nuestras sociedades decidan e impongan sus patrones de bellezas.
Al respecto mi amiga narra como en España las latinas viven la experiencia del racismo de parte de la sociedad dominante española quienes les llaman a quienes tienen rasgos nativos americanos como “monchitas o monchitos”, pero específicamente a quienes llevan cabellos obscuros, así mismo desde mi experiencia viviendo en España he escuchado llamarnos Machupichu o Guate lo que tarde o temprano son unas de las razones por las que existe el blanqueamiento del cabello, como imposición.
Esto obliga ya no solo en Europa, también en Miami a destrozar sus cabellos. A diario veo chicas que ya han perdido sus cabellos y la consciencia, prefieren traer cabellos destrozados, rotos, partidos, pero rubias y con extensiones, pareciera ser que la concepción del cabello difiere a la de otros lugares, como el cabello visto como un accesorio externo a la piel o cuerpo, lo cual no veo mal, porque considero que debe haber diversidad de cabellos, pero pensando en quienes ven el cabello como parte del cuerpo, y el cual tiene vida y se debe preservar cierta calidad y belleza esto podría ser un problema.
Para evitar esta problemática con mi amiga le explique sobre los riesgos de incrementar la exposición de productos decolorantes al cabello ya decolorado. El cual con cada uso de ciertos productos químicos el cabello puede ir elevando su porosidad y por ende se se imposibilitará el uso de productos decolorantes.
Como coloristas existe un protocolo para minimizar los riesgos en un mal procedimiento de coloración, para ello es necesario realizar un diagnóstico previo donde se considere la historia del cabello sobre los sistemas o procesos químicos y físicos ejercidos, luego es necesario realizar una prueba de mechón, de elasticidad, condición del cuero cabelludo, productos usados en casa etc. Luego en caso de pasar la primera etapa y ser candidata para un sistema de decoloración agresivo la elección de las técnicas y métodos idóneos son el siguiente nivel y posterior se harán observaciones de todo el proceso referente a la calidad del servicio de color.
Lo anterior es solo un resumen de lo que se debe o no debe hacer, la experiencia nos va preparando para minimizar el error aunque los estilistas nos enfrentemos hoy en día con el reto de luchar contra la invención de productos caseros y contra estilistas que apliquen keratinas aun sabiendo que son perjudiciales para la vida del cabello y la salud de quienes las aplican o quienes las andan en sus cuerpos.
Otra problemática que se observa es que además de cuidar estos detalles para realizar un excelente trabajo de color el riesgo que un colorista nunca debe ignorar es que el cabello debe permanecer en la cabeza y no debería romperse, aunque no siempre puede partirse por estas razones, sino también por razones genéticas, hormonales, nutricionales, psicológicas, etc. Por tanto, un excelente diagnostico para minimizar la rotura de los enlaces keratinicos será el mejor aliado a la hora de realizar un servicio de color a Rubias, por cierto mi amiga Gisella se fue a Madrid perfectamente y nuevamente rubia.

 

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