La paz mental del estilista frente a clientes y empleadores hostiles

La problemática que quisiera compartirles gira en torno a como los estilistas podemos manejar un comportamiento estable, equilibrado frente a clientes indeseables, clientes que nos sacan muchas veces de las casillas. Quiero concentrar mi atención en aquellos clientes impuntuales, los que cancelan citas, los que devalúan nuestro trabajo, y aquellos que nunca están conformes, y aun así debemos estar estables emocionalmente para dar el mejor servicio.
Cada día esta más comprobado que el salón de belleza es un espacio donde clientes llegan a realizar mas que un servicio de belleza, llegan a descargar sus emociones, las cuales debemos de canalizar muy bien o tarde o temprano podríamos caer en el mismo circulo enfermizo. El ruido externo es uno de los factores o eventos que cada ser humano debe poder administrar con el objetivo de encontrar la paz mental, capacidades que no adquirimos en nuestras academias y que muchas veces vamos fortaleciendo en la interacción con nuestros clientes.
El primer caso se origina cuando ciertos clientes comparan el costo de nuestros servicios con los de otros estilistas. Muchas veces pertenecen a la casta adinerada personas que públicamente se muestran viviendo una vida ostentosa a costa de minimizar o regatear los precios por los servicios de sus empleados. A este tipo de clientela he respondido haciéndoles ver que estaban en todo su derecho de buscar un servicio y productos baratos, pero no tenían el derecho de irrespetar nuestra educación.
También este tipo de experiencia las he experimentado con clientes pertenecientes a clases sociales con menos recursos económicos, ambas clases sociales parecen ser ven al estilista como un objeto para devaluarle, explotarle, abusarle, cuando lo normal sería pagar lo justo, o al menos usar las palabras adecuadas en dicha transacción.
Los siguientes párrafos quiero dedicarlos a aquella clientela que no tiene conciencia del tiempo del estilista, quienes a última hora llegan tarde o simplemente deciden cancelar la cita. Esta conducta recurrente genera cierta inestabilidad ya que es un servicio programado y que al ser cancelado genera pérdidas económicas ósea nos  produce un daño. Para este tipo de casos existen Salones que les cobran un pago anticipado, ya que en caso de no llegar a su cita de inmediato pierde su depósito, una acción que se puede usar para aquellos clientes recurrentes o quienes hacen citas en líneas y jamás aparecen o simplemente desconocemos.
También existe un tipo de clientela que nunca está conforme, siempre buscan un pelo en la sopa para reclamar, muy similar a aquellas que regresan el vestido después de haberlo usado, ¿estafadoras?, al parecer lo hacen casi siempre para pedir ciertos descuentos o no pagar el servicio. Hace poco a una clienta se le realizo un servicio de color, esta deseaba retocar cabello rubio platino cancelando técnica parciales de decoloración; posterior al servicio esta exige se le aclare la totalidad del cabello ya que aun observaba áreas oscuras, lo cual yo le explique que entonces debería pagar el excedente ya que la técnica de decoloración era total, quien respondió de manera hostil quejándose con la administración del salón, el salón se alineo con el cliente, aun sabiendo que el estilista tenia la razón. Para este caso existen formatos legales donde al realizar el diagnostico se especifica todo sobre el tipo de servicio a realizarse y así evitar este tipo acciones pocas éticas donde la verdad no favorece al estilista.
En más de treinta años de experiencia mi objetivo siempre ha sido dar el mejor servicio, pero muchas veces se nos sale de las manos y reaccionamos con hostilidad frente al cliente o hacia los empleadores qué no son empáticos con sus trabajadores. En mi caso tengo contadas con los dedos de unas de mis manos las pocas veces que he explotado en respuesta a la hostilidad, pero he observado el caso de estilistas que siempre actúan de forma hostil, a quienes quizás ya perdieron el control de sus emociones y posiblemente su paz mental.
Con clientes impuntuales siempre recuerdo el consejo de una gran amiga, quien me aconsejaba a nunca cambiar, que no permitiese que esas personas modificaran mi personalidad y sobre todo el respeto a mi profesión y la clientela respetuosa. Hasta el momento mi reacción es siempre ser puntual y no permitir que estos sucesos incidan en mi ser, repitiéndolo con otras clientes, aun cuando se que al llegar tarde una cita generara que por esos minutos de retrasos un efecto en cadena por mal servicio a todas las citas posteriores, lo cual ni el cliente ni el propietario es consciente de esta problemática, nos ven como maquinas, son insensibles de la paz del estilista, el ser humano que es núcleo de las empresas y que todo empleador consciente debería de cuidar.
Como estilistas cada día estamos comprometidos a dar el mejor servicio a nuestra clientela, definitivamente siempre habrá malas praxis que como seres humanos debemos de reconocer o evitar. Desde un enfoque empresarial se nos ha impuesto que quienes tienen siempre la razón es el cliente y por ello debemos siempre bajar la cabeza y si es posible aceptar sus errores como nuestros, nos obligan a ser sumisos, vivimos en una lucha de dominación desde la razón entre clientes, empleados y empleadores, un acto de sumisión ante el jefe, el amo, el rey, el poderoso un enfoque que favorece a quien posee el dinero, y tú ¿qué opinas al respecto?

 

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